viernes, 28 de enero de 2011

Sobre el perdón

Algunas veces me siento como esa voz en off que aparece en la recta final de algunas series americanas cuando el protagonista ha vivido una serie de circunstancias que le han impulsado a cambiar su punto de vista acerca de algo que parecía tener seguro, pues bien, ahora me siento así y creo que estoy preparado para hablar de lo siguiente.

En la vida se dan situaciones que nos sobrepasan algunas veces, y sin saber cómo… convertimos las decisiones que en un principio hablándolas de una manera sencilla se entenderían, en ira, odio, bien porque nos guste equivocarnos, bien por no decir las cosas a la cara, o bien por tener miedo al fracaso, o lo que es peor…al éxito. 

Cuando se presentan estas decisiones, hemos de tomar una elección…pues en realidad la vida se limita a eso, a la misma y sencilla acción de elegir, empeñarnos en morir o empeñarnos en vivir. 

¿Qué debemos hacer si nos equivocamos? Esa es la eterna pregunta, una resolución nefasta (lo admito) para quien se le pasa por la cabeza, en este caso no se debe pensar en términos como el orgullo o la humildad, la patria o en términos como el ego, el honor, la justicia…etc. Sí, todos ellos para mí son términos inventados por el hombre para proteger su base y núcleo más profundo. No hay más patria que las personas que te quieren y rodean, como la familia, tus amigos, los conocidos…y si nos sentimos allegados, nos sentiremos allegados a la idea que tenemos de igualdad entre cierto grupo de personas, este a su vez se traspasa a un conjunto de rasgos comunes compartidos a lo largo de X kilómetros…si te mudarás a otro país al fin y al cabo, tu solo echarías de menos a tu madre, familia, amigos y al código dialéctico que se usaría en todo el “territorio nacional”.

En estos momentos se me plantea una duda, ¿Estos términos nos acercan o nos alejan en verdad de tomar una decisión libre? Claramente nos alejan pues nos van añadiendo una serie de códigos a nuestro comportamiento base, lo altera y modifica sobre el eterno presente al que estamos encadenados. En definitiva nos vamos conformando a nosotros a partir del punto de vista que tienen los demás de nosotros mismos, (yo me reflejo en ti, tú en mi)….toda elección se puede ver con el paso del tiempo si está bien escogida o no, y digan lo que digan una acción siempre se puede rectificar si hay un par de huevos/ovarios que la respalden, por eso siempre es bueno arriesgarse, y aún lo es más (si pasa) el admitir tu error, y esto diferencia a una persona de una gran persona, ya sea pedir perdón, como perdonar pues estos están reservados a unas pocas personas.

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